EJEMPO DE LA ARQUITECTURA INDIANA

Como la mayoría de las casas de Indianos, esta construcción fue levantada por sus propietarios a finales del siglo XIX, tras emigrar a América en busca de fortuna y regresar a su tierra asturiana y reformaron la vivienda original de la familia para convertirá en este lujoso palacete, donde se mezclan elementos coloniales y modernistas con la construcción tradicional.

Se trata de un hermoso edificio de planta cuadrada con 2 plantas más bajo cubierta y tejado a 4 aguas con 290 m². En su facha principal se observa una buhardilla y en uno de los laterales la tradicional galería acristalada típica de las casas señoriales asturianas. Las estancias interiores son espacios confortables y luminosos. En la planta baja de distribuyen un salón comedor, cocina y un baño. La planta principal alberga salón con acceso a la galería, 3 dormitorios y un baño; la bajo cubierta, con techos abuhardillados, cuenta con un salón de estar 2 dormitorios y 2 cuartos de baño. Dispone de calefacción por suelo radiante, luz y agua de red y un pozo para riego.

Junto a la casa principal se conserva el hórreo original y las antiguas cuadras, que actualmente se han reformado y albergan 2 dormitorios un baño y una bodega. Existe además una zona techada como salón social con barbacoa y un garaje.

La propiedad cuenta además con zona de jardín y porche bajo la galería de la primera planta. Desde la parte posterior de la casa, se accede a un prado o huerta de 5.200 m² rodeado por pared de piedra.

Esta singular propiedad se encuentra en un pueblo con encanto del Concejo de Pravia, en la comarca del Bajo Nalón. Un lugar privilegiado, a sólo 2 km de la costa asturiana, con impresionantes acantilados, tranquilas playas y muy cerca de escarpadas montañas. Tanto su fantástico entorno natural como su extraordinario patrimonio arquitectónico, así como su cuidada infraestructura, le han servido para conseguir el galardón de “Pueblo Ejemplar de Asturias 2020”, otorgado por la Fundación Princesa de Asturias.