UNA JOYA OCULTA EN LA SIERRA DE SAN VICENTE
Una casa de piedra con 2 plantas y 280 m² construidos es la joya de esta bonita finca de 20.325 m², situada en una de las zonas más protegidas de la Sierra de San Vicente. Con bosques de robles y castaños de más de 600 años.
La vivienda principal, alberga amplios espacios interiores construidos con materiales de excelente calidad. Cuenta con un distribuidor, 2 acogedores salones, uno de ellos con salida al porche y con cocina integrada, dos comedores, cocina con office, cuarto de juegos, biblioteca, bodega, 3 espaciosos dormitorios con vistas al jardín y 2 cuartos de baño. La casa dispone de calefacción por gasóleo, línea privada de luz trifásica y fosa séptica.
La casa prolonga su diseño hasta las terrazas y porches concebidos como nexo de unión entre el jardín y el interior de la casa. Son espacios exteriores diferentes, decorados como si se tratara de estancias en plena naturaleza. Un jardín alegre y colorido, con un estilo mediterráneo en el que caben todo tipo de plantas aromáticas, parterres de flores y arbustos, con grandes árboles ornamentales y zonas de pradera que dispone de riego automático en toda su extensión.
Dentro de la finca existen otras construcciones auxiliares: tres boxes para caballos, guadarnés, almacén de pienso, nave para forraje, picadero y un gallinero.
La finca cuenta abundante agua, con varios pozos y un manantial que vierte sus aguas en un precioso estanque. El acceso hasta la finca es cómodo, por pista rural en buen estado desde la localidad de Navamorcuende, un tranquilo pueblo con todos los servicios, rodeado de preciosos robledales y castaños centenarios. La propiedad está enclavada a sólo 25 km de Talavera de la Reina y 130 km. de Madrid, entre los valles del Tiétar y del Alberche, un espacio natural que ofrece magníficas zonas naturales por explorar con el embalse de Guayerbas a sólo 2 km. de distancia.