CORTIJO TRADICIONAL MANCHEGO
La casa principal es un elegante edifico de estilo castellano rehabilitado.
- Casa de campo
- Ciudad Real
Una finca de 20 Ha con plantación de viñas, olivos y cereal rodea este antiguo cortijo manchego, que mantiene la tipología de estas infraestructuras, creadas para albergar a jornaleros, animales y aperos, además de la residencia del propietario. Cuenta además con un singular palomar industrial con unas miles de hornillas echas con ladrillo y encalado en blanco.
Se trata de un original conjunto de construcciones con paredes de mortero de cal y teja árabe que sirven para alojamiento de jornaleros, almacenes, cuadras y bodega.
Junto a las construcciones para la producción agropecuaria, se levanta la gran casa señorial de planta cuadrada y tejado a cuatro aguas. Una zona ajardinada ante la fachada principal, da paso al distribuidor con arcos de medio punto para acceso a las estancias de la planta baja. En sus estancias mantiene el artesonado de madera en sus techos y los anchos muros que combinan la piedra y el ladrillo.
En los 420 m² de la vivienda se distribuyen 3 salones, 3 dormitorios con baño, aseo de cortesía, cocina, cuarto de calderas, dormitorio y baño de servicio. La planta superior es un gran espacio diáfano con columnas y arcos de ladrillo que recuerdan las construcciones mozárabes. La propiedad tiene luz de red, agua de pozo, fosa séptica, calefacción por suelo radiante y conexión a internet.
Esta interesante propiedad se encuentra en el término de Piedrabuena, un municipio enclavado entre los parques Nacionales de Cabañeros y las Tablas de Daimiel, que ofrece variados paisajes de relieves montañosos y extensas llanuras. Tierras con una gran riqueza histórica y cultural donde los Caballeros de la Orden de Calatrava mantenían sus dominios y por donde Don Quijote protagonizó algunas de sus innumerables aventuras.